Perfecto Allo y Juan Allo

[manuel Prol Mascato]

Recogido de La Voz de Galicia. Edición de Arousa. 21-5-06
Entre las docenas de asesinados en la comarca de Arousa en los dos primeros meses del golpe militar fascista de 1936, se encontraba el joven marinero Perfecto Allo, un simple afiliado al sindicato de marineros de la CNT. Casado y con dos niños muy pequeños, fué sacado de su casa marinera en Meloxo de Arriba en O Grove, durante una de tantas tenebrosas noches de la guerra civil en Galicia.

Su cuerpo apareció desnudo y salvajemente mutilado en el Monte Lobeira( Vilagarcía de Arousa- Vilanova de Arousa) .
Sus familia lo localizó siguiendo la pista que les daban las gentes de los pueblos de los treinta y pico de kilómetros que hay entre las localidades de O Grove y Vilagarcía.
Los terribles gritos que partían del coche de los asesinos falangistas a su paso por las carreteras les llevaron hasta el Monte Lobeira , lugar mítico de las torturas, violaciones y matanzas de los terroristas falangistas en la comarca del Salnés.

El cuerpo del joven apareció mutilado, desollado y con las uñas de los piés y de las manos arrancados.

Su hermano Juan Allo, marinero, de 23 años ( éste joven, ni siquiera afiliado a nada), fué detenido en su misma casa marinera en mayo de 1937, apenas nueve meses después que su hermano Perfecto. La "primera suerte" para él fué que le detuvo la Guardia Civil, lo que le permitió ser juzgado en un Tribunal Militar. Fué condenado por Rebelión MIlitar( acusación típica de los rebeldes militares fascistas cuando no tenían nada de que acusar) a 30 años de Cárcel. Durante ese tiempo estaba detenido en la tenebrosa Isla de San Simón, famosa por sus sacas de asesinados diarios( con nocturnidad y alevosía) durante toda la guerra incivil.

Después de ser juzgado lo llevaron a la cárcel de Pamplona y en Marzo de 1938, durante la famosa evasión preparada para justificar el asesinato de centenares de presos que allí cumplían condena, aplicando la "Ley de Fugas" a casi todos los que se "evadieron" y el joven Juan Allo entre ellos.

Años más tarde, el llamado en O Grove "médico de los pobres" D. Jacobo Otero Goday, de la Casa de Lordelo y de familia de reconocida hidalguía y amplías posesiones en O Grove y que había estado también detenido en Pamplona, contó a los padres de los jóvenes asesinados, que le había pedido a Juan Allo, que no saliese de la cárcel, que todo era una trampa. El ignorante muchacho no le hizo caso y su cuerpo aún hoy 70 años después aún no ha podido ser recuperado por su familia, a pesar de los intentos realizados desde la desaparición de la dictadura franquista.