Juan José Paso, Secretario de la Primera Junta

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pazos
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Juan José Paso, Secretario de la Primera Junta

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Hoy voy a hablar de un importantísimo personaje de la historia argentina en los inicios de su proceso de emancipación. Se trata, ni mas ni menos, que del secretario de la Primera Junta, creada como consecuencia de la invasión napoleónica a la península Ibérica, en mayo de 1810. Juan José Paso, Passo o Pazos, según el documento que se consulte, siendo Paso la forma mas habitualmente utilizada (aunque no la única) por el mismo prócer. Aunque su padre fue peninsular, nacido en Galicia, también era descendiente de los Conquistadores y Primeros Pobladores de Buenos Aires. Este detalle de descender por líneas femeninas (llamada línea umbilical) de Conquistadores y Primeros Pobladores podría resultar apenas una anécdota curiosa, pero sin embargo es de mayúscula importancia, y por otra parte, muy habitual, como se expondrá mas adelante.



I. Juan de Santa Cruz, peninsular, c.c. probablemente india.

II. María de Santa Cruz, americana, c.c. Bartolomé González de Villaverde, peninsular.

III. María González de Santa Cruz, americana, c.c. Francisco García Romero, peninsular.

IV. Inés Romero de Santa Cruz, americana, c.c. Enrique Enríquez de Mayoralgo, peninsular

V. Leonor Enríquez de Amaya Mendoza, americana, c.c. Jacinto de Hinojosa, peninsular.

VI. María Enríquez de Hinojosa, americana, c.c. Fernando de Astudillo, peninsular.

VII. Francisca de Astudillo, americana, c.c. Cristóbal de Escandón y Astorga, peninsular.

VIII. María Josefa de Escandón, americana, c.c. Francisco Fernández, peninsular.

IX. Manuela Fernández Escandón, americana, c.c. Domingo Passo, peninsular.

X. Juan José Paso, americano, secretario de la Primera Junta.



“...Desde que los pobladores de Buenos Aires obtuvieron la hidalguía, concedida a los fundadores de ciudades, hasta la Revolución de Mayo, a ningún porteño se le ocurrió solicitar y obtener títulos de nobleza en esos doscientos treinta años. No sucedió lo mismo en otras regiones de la América hispana, donde abundaron los ennoblecidos... Aquí no se llegó a requerir títulos por cuanto se consideraba como suprema alcurnia descender de los primeros pobladores por las líneas paternas o maternas. Ello era muy cierto, pues en la Recopilación de Leyes de los Reinos de las Indias, Madrid 1.681, (Biblioteca Nacional Buenos Aires en Archivo General de la Nación, Documento Nº 288924), Libro IV Titulo VI, Ley VI, el Rey Don Felipe II, ratificando las disposiciones de su padre el Emperador, mandaba lo siguiente:

Por honrar las personas, hijos y descendientes legítimos de los que se obligaren a hacer población y la hubieren acabado y cumplido su asiento, les hazemos Hijosdalgo de solar conocido para que en aquella población, y otras cualesquier parte de las Indias, sea Hijosdalgo y personas nobles de linage, y solar conocido, y por tales sean havidos y tenidos, y les concedemos todas las honras y preeminencias que deven haver y gozar todos los Hijosdalgo, y Caballeros destos Reynos de Castilla, según fueros, leyes y costumbres de España. (La inmediata ley siguiente esta fechada en el Pardo el 26 de septiembre de 1.575)

Por esta ley y otras anteriores, en las Limpiezas de sangre se dejaba constancia de que:

Tales familias tenían su origen de los Pobladores y Conquistadores de esta Provincia y por ello el Timbre y Distinción de tales Conquistadores, gozando los fueros y preheminencias que por ello les correspondía y que heredaron sus subcesores hasta el presente, manteniendo aquel honor con los honrados procedimientos y ajustadas operaciones que les influye la limpieza de su sangre.

Estos términos se emplearon hasta 1.780 por lo menos. (R.E.N.: 5, Fº 339 de 1.780. Limpieza de sangre de Ramón Rodríguez y de su cónyuge María Ximénez de Paz y Benavidez, descendiente de los primeros pobladores. Ver además las solicitudes de encomiendas por herederos en la línea femenina de los conquistadores... en las que estimaban como timbre de honor tal condición:

Archivo General de la Nación, IX-40-5-1, Expediente Nº 4, Encomienda que fue de Felipe Morán.

Archivo General de la Nación, IX-41-4-5, Expediente Nº 4, Encomienda que fue de Juan Ruiz.

Archivo General de la Nación, IX-41-5-7, Expediente Nº 1, Encomienda que fue de Juan Ruiz.

Archivo General de la Nación, IX-41-9-4, Expediente Nº 1, Encomienda que fue de Felipe Navarro...

...Como durante dos siglos los matrimonios se efectuaron entre la prole de los conquistadores y las mujeres también con europeos recién llegados y por excepción los hombres, se establecieron parentescos entre ellos hasta conformar una raigambre tal que toda la clase decente porteña descendía por lo menos de un fundador y se encontraban emparentados numerosas veces, igualándose por lo tanto en señorío.

Esta suerte de nobleza local, recibida en su mayoría por las madres que además aportaban la dote, constituyó desde los primeros tiempos un carácter de matriarcado en el que se adoptó comúnmente hasta el apellido materno, como se podrá verificar en numerosos árboles genealógicos de la primera mitad del siglo XVII, en los que olvidaron reiteradamente el apellido paterno, por noble que fuera, pues no aportaba hidalguía local...” (en este caso obsérvese como el apellido Santa Cruz se transmite a través de las madres en las generaciones I a IV.)



Toda la cita anterior está tomada de Hialmar Edmundo Gammalsson, “Los Pobladores de Buenos Aires y su Descendencia”, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaría de Cultura, octubre de 1980. Este libro fue seleccionado por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Buenos Aires y contrató su edición en homenaje al IV Centenario de la Fundación de la Ciudad por Juan de Garay.

Lo expuesto por Gammalsson para Buenos Aires puede generalizarse para la totalidad del Río de la Plata. Lo que Gammalsson nos está señalando es el génesis de la preeminencia que en el Río de la Plata tomó el concepto de familia sobre el concepto de linaje, mas jerarquizado en las tradiciones nobiliarias ya multisecular en la entonces metrópolis peninsular, y el embrión del concepto republicano de la igualdad entre todos los individuos, o al menos entre los pertenecientes a la “clase decente” o “parte sana dela población”, como se decía entonces, la de los vecinos, y mas tarde la de los avecinados, casi siempre peninsulares que entroncaron con los antiguos vecinos, descendientes de los primeros pobladores. Recordemos, también, que en oportunidad de ocurrir las Invasiones Inglesas a Buenos Aires, en 1806 y 1807, se tramitaron cuatro títulos de conde, de los cuales sólo fue otorgado el de Conde de Buenos Aires a Santiago de Liniers, quedando los otros tres inconclusos con motivo de los sucesos históricos que se sucedieron entonces. En cambio se generalizó el uso del “don”, costumbre que aún esta vigente en nuestros días.



La genealogía peninsular de Juan José Paso, por línea de varonía, conforme fue publicada por la “Revista del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas” en Genealogía, Hombres de Mayo, es la siguiente:



Paso. Linaje originario de la feligresía de San Pedro, en Galicia, que comienza en el Mayorazgo de Passo.

I. Pedro Passo, natural de San Pedro, c.m. en ese mismo lugar con Isabel Passo, su pariente. Sus hijos: 1. Pedro, n. en Ribas del Mar, donde residió, 2. Ignacio, arzobispo de Santiago y cardenal, 3. Domingo, que sigue.

II. Domingo Passo, natural de San Pedro, capitán de milicias en Buenos Aires, y dueño de una panadería. Fundó la iglesia de San Francisco; c.m. en Buenos Aires, el 28 de marzo de 1755, con María Manuela Fernández Escandón, n. en Buenos Aires en 1724, hija de Francisco Fernández, n. en España en 1694, y de María Josefa de Escandón y Astudillo, criolla. Los hijos de este matrimonio son: 1. Diego, n. en Buenos Aires, c.c. Francisca del Valle, c.s., 2. Juan José, solt. s.s., 3. Ildefonso, c.s., 4. Juliana, c.s., 5. Manuela, c.s., 6. Francisco, c.s., y 7. Vicente, c.s.

III. Juan José Paso, secretario de la Primera Junta.



En Buenos Aires, una calle y una plaza perpetúan su memoria. El libro “Barrios, Calles y Plazas de la Ciudad de Buenos Aires: Origen y Razón de sus Nombres”, publicado por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, 1983, trabajo efectuado por el señor Alberto Piñeiro, dice, en su prólogo que “...Conviene tener presente que la Municipalidad tiene la facultad de disponer la nomenclatura de los lugares públicos con el fin primordial de identificarlos de una manera sencilla y precisa. Subsidiariamente, se la utiliza para perpetuar en el recuerdo ciudadano los nombres de aquellas personas o acontecimientos que se hicieron merecedores de recibir tal homenaje.

El sentido de justicia señala que corresponde exteriorizar este reconocimiento público a las personas que realmente han contribuido con su acción y su ejemplo al perfeccionamiento de la sociedad...”

PASO (calle) Plano que señala el área que debe concluirse de empedrar y la nomenclatura completa de las calles. Publicado en la Memoria de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires correspondiente a los años 1856 y 1857. Buenos Aires, Imprenta del Orden, San Martín 5 y Buen Orden 155, 1858.

JUAN JOSE PASO (plaza) Ordenanza Nº 15.963/1959 B.M. 11.292. (1758-1833), jurisconsulto; secretario de la Primera Junta de Gobierno; miembro de los dos Triunviratos: instala la Asamblea General Constituyente de 1813; diputado por Buenos Aires en el Congreso de Tu*****án...”



Marcelo Pazos

marcelo pazos

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